Ay, ay ay, estas cosas que nos enteramos de los músicos y su entorno que deberían quedar tras del escenario... Nunca me gustó cuando bardeaban a Horcas sin Civile, y tampoco por este motivo. Me parece que la banda debe tratar de arreglar y dejarse de joder... pueden cambiar de nombre o legar a un acuerdo por plata, igual podrán seguir tocando. Les va a costar recuperar público con otro nombre, o en el otro caso les va a doler dar plata a la familia del Cetorca sólo por tocar, pero ya tienen experiencia en el negocio.
Y veremos qué hace Benítez con ésto: por ahí lei que se presentó tocando temas de los dos primeros disco de Horcas, veremos, veremos... no es la primera vez que Horcas atraviesa terremotos internos. Por mi, con todo este desgaste que nada tiene que ver con la música, el nombre de la banda debería quedar enterrado, al menos hasta que este asunto se resuelva, y preferentemente para siempre.
¿Cómo pueden componer los músicos buenos temas si están preocupados por estas cosas?
Ese es mi planteo de fondo: ¿cómo queremos una escena sana con estas cosas dando vueltas por ahí? Les aseguro que ésto no sólo va en detrimento de los que dicen llamarse Horcas, sino de quienes reclaman el nombre, los que reclaman el legado, y la prensa que sólo preguntará por este culebrón durante años. Y en definitiva perjudica a la convocatoria, porque los fans con tanto puterío pierden la credibilidad en la banda: es lo más grave, porque se irán a ver a otras bandas.
Esto me trae a la memoria un caso que podríamos equiparar: ANIMAL: con tantos cambios de integrantes yo perdí el interés en sus discos, y supongo que muchos otross también. Y cuando el Corvata entregó el bajo a Takara en el escenario, muchos habrán dicho basta.
Un ejemplo, con resultados mejores: cuando se separó la H, sus ex tardaron nada en sacar buenos discos. Se puteaban entre elllos en los medios, pero ante todo sacaban temas coherentes.
Una lástima, lo de Horcas. Y una vergüenza ajena.
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