La presentación de Immortal en el Teatro de Flores, generó muchas expectativas en los fanáticos metaleros que, cerca de las 20.30, coparon el lugar.
Previamente, se presentaron
Betrayer y Matan SA. Sobre los liderados por
Silvina, tuvieron una performance atractiva, ya sea en sonido como presencia sobre el escenario. Los músicos sonaron potentes y afilados, mientras que una mala ecualización en la voz de Silvina, no permitió escucharla bien. Sin embargo, no impidió que demuestre que su condición de mujer, en un ambiente donde existe cierto machismo thrashero, no sea inconveniente para estar al frente de la banda. Agresiva, de mirada poderosa y penetradora, acaparó la atención de los presentes en cada una de las estrofas del corto pero interesante setlist que Betrayer presentó (al punto que le pidieron besos, le dijeron que estaba hermosa...y le solicitaron una cadena! Además del fenómeno que la llamo Sabrina).

Dicho setlist, incluyó 2 covers:
Damage Inc de Metallica y Angel of Death de Slayer. Terminada la presentación de Betrayer, y escasos 10 minutos después, se hizo presente sobre el escenario
Matan SA.

Con músicos estáticos en sus lugares, pero un cantante por demás movedizo, Matan trajo la cuota de violencia que el death metal argento puedo dar. Voces guturales, batería y guitarras que perforaban los oídos de los presentes, fueron la ecuación perfecta para atrapar al público, y dejarlo a punto para la presentación de los noruegos.
La espera se hacía larga, la gente se impacientaba. Caras pintadas acorde a la banda, se mezclaban entre el público y tomaban posición para ser vistos. Tras solucionar unos problemas con los parlantes frontales, las luces se apagaron, el humo copó el escenario, y
Horgh apareció tras la batería, con su cara pintada en blanco y negro, marca registrada de
Immortal. Segundos después,
Apollyon irrumpe con su bajo y tras él
Abbath, quien en seguida se paró frente al micrófono, acomodo su guitarra y dió pie a la masacre musical que estaba por suceder, de la mano de
All Shall Fall.
Sons of Northness Darkness, The Rise of Darkness y Damned in Black, se sucedieron sin descanso, sin respiro, a pura velocidad, a pura agresividad. El frío noruego no estaba, era el calor argento que hacía estallar el Teatro de Flores en cada uno de los riff de Abbath
Luego de unas palabras (en un muy buen español), los golpes a la cabeza, el taladro musical y los pogos violentos, siguieron con
Triumph, In may Kingdom Cold, Tyrants.
Palabras más, posiciones clásicas de sus antiguas épocas, pedido de arengamiento. Un clásico siguió,
Call of the Wintermoon. Beyond the Northwaves, Battlle in the north y Blashyrkh, completaban la primer parte del show.

Tras escasos segundos de descanso, el show siguió con
Withstand the fall of time. One by One sería la anteúltima parada de la noche, que cerró de la mano de
The sun no longer rises, dando por finalizado un show histórico, de puro black metal. . Una parte de la historia del metal, de la más oscura y siniestradejó su sello en Buenos Aires.