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http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/25/actualidad/1337978310_441139.html
(España) Entre 2007 y 2010, el padre Manolo utilizó “un rigor innecesario a la hora de corregir las distintas conductas de los residentes, de hecho, ha venido agrediendo de forma habitual a los mismos”. El padre Manolo es el religioso Manuel Ortiz, director en esas fechas de la residencia para personas con discapacidad psíquica San Francisco de Asís que la Congregación de los Hermanos de la Cruz Blanca tiene en Córdoba y el extracto pertenece al escrito de acusación que el fiscal ha entregado a las partes. El fiscal, que pide 20 años y medio de cárcel para Ortiz, desgrana en tres páginas más de una decena de episodios de malos tratos y abusos sexuales a hombres y mujeres con severas disminuciones de sus capacidades mentales.
El fiscal relata que el franciscano “introdujo en la cámara frigorífica que existe en el centro” a una de las usuarias del centro de la Cruz Blanca, con un diagnóstico de deficiencia mental profunda y una discapacidad del 85%, “un día que no quiso comer”. El fiscal también sostiene que el religioso “cogió la muleta de otro interno y dio con ella en la cabeza [a un residente con un retraso mental moderado y una discapacidad del 62%] con tal virulencia, que le ocasionó una brecha en la cabeza así como una herida en el brazo. Y dado que sangraba abundantemente, le llevó al botiquín donde igualmente le llegó a agredir de nuevo”.
El fiscal solicita tres años de cárcel al padre Manolo por un delito de maltrato habitual. Por otros nueve delitos de maltrato ocasional pide otros tantos años de condena.
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Guantazos reiterados, golpes con objetos —como la muleta ya citada, una zapatilla o una espumadera con la que ocasionó “hematomas por todo el cuerpo” a un residente—, puñetazos y tirones de pelo hasta dejar calvas (para obligar a una mujer a levantarse del suelo) completan los episodios violentos.
El fiscal concluye que los hechos descritos “nunca fueron denunciados a las autoridades sanitarias, dado que nunca los residentes y lesionados fueron llevados a centro hospitalario alguno, por lo que debemos presumir a efectos de calificación que cada una de las agresiones descritas no precisaron de tratamiento médico o quirúrgico alguno”.
Al padre Manolo también se le acusa de dos delitos continuados de abusos sexuales (por los que solicitan seis años de cárcel en total) y un delito de abuso ocasional (dos años y medio).
En julio de 2007, empleados y residentes fueron de vacaciones a Torre del Mar. Allí, Ortiz le pidió a un usuario con un retraso mental moderado y una discapacidad global del 60% que pasase la noche con él en su cama. Otros episodios de tocamientos similares se repitieron en la residencia de Córdoba y en una estancia en Mazagón con el mismo residente.
Otros dos hechos del mismo tipo relata el fiscal que ocurrieron de forma aislada con otros discapacitados. “A todas sus víctimas les decía que tales hechos eran un juego y les aleccionaba a que si decían algo les echaría del centro”, recalca el fiscal en su calificación.
Para otro religioso de la Cruz Blanca y un trabajador seglar, el fiscal solicita penas que suman nueve años por tres delitos continuados de abusos sexuales.