WikiLeaks y la libertad de expresión



Hemos dedicado nuestras carreras como directores de cine a denunciar que los medios de comunicación en Estados Unidos son incapaces de informar a los estadounidenses sobre las acciones más horrendas de nuestro gobierno. Por este motivo estamos tremendamente agradecidos a los logros de Wikileaks y aplaudimos la decisión de Ecuador de conceder asilo diplomático a su fundador, Julian Assange, quien vive en la actualidad en la embajada ecuatoriana en Londres.

Ecuador ha actuado de acuerdo con los principios internacionales más importantes de los derechos humanos. Nada demuestra con más claridad la idoneidad de la actuación de Ecuador que la amenaza del Reino Unido de violar el sagrado principio de las relaciones diplomáticas e invadir la embajada para arrestar a Assange.



Desde su fundación, WikiLeaks ha revelado las imágenes de los “Asesinatos colaterales” que muestran la matanza indiscriminada de civiles en Bagdad realizadas por los helicópteros de asalto Apache estadounidenses; también ha mostrado más verdades detalladas sobre las guerras de Irak y Afganistan; La connivencia de EEUU con la dictadura de Yemen para ocultar nuestra responsabilidad en los bombardeos en ese país; la presión de la administración de Obama en otros países para que no procesen a los oficiales de la era Bush por torturas y mucho más.

Como se podría predecir, la respuesta de aquellos que prefieren que los americanos permanezcan en la oscuridad ha sido feroz. Los principales líderes electos de ambos partidos [en EEUU] han tachado a Assange de terrorista tecnológico. La senadora Dianne Feinstein, del partido demócrata de California y líder del comité de inteligencia del senado ha solicitado que sea procesado según la Ley de Espionaje. La mayoría de estadounidenses, ingleses y suizos desconocen que Suiza no ha realizado ninguna acusación formal contra Assange por ningún crimen. Por el contrario, ha emitido una orden de arresto para interrogarle sobre unas alegaciones de agresión sexual en 2010.

Dichas alegaciones deben ser investigadas escrupulosamente antes de que Assange viaje a ningún país que le pueda dejar fuera del alcance de la justicia sueca. Pero los gobiernos británico y suizo son los que se interponen a cualquier investigación, y no Assange.
Las autoridades suecas han solido desplazarse a otros países para realizar interrogatorios cuando ha sido necesario, el fundador de Wikileaks siempre se ha mostrado dispuesto a ser interrogado en Londres. Es más, el gobierno ecuatoreño realizó una oferta directa a Suecia para permitir que Assange sea interrogado dentro de la embajada ecuatoriana. Suecia se ha negado en ambos casos.

Assange también se ha comprometido a viajar a Suecia siempre y cuando el gobierno suecio le ofrezca la garantía de no extraditarlo a EEUU. Los oficiales suecos no han mostrado ningún interés por analizar esta propuesta, el ministro de asuntos exteriores sueco, Carl Bildt, indicó recientemente a un asesor legal de Assange y WikiLeaks que Suecia no asumiría dicho compromiso en ningún caso.[Aclaración del posteador (?): hace unos días desde Suecia dijeron que no lo van a extraditar si existe la posibilidad de pena de muerte] El gobierno británico también tendría derecho a evitar la extradición de Assange a los EEUU según los tratados relevantes, pero también ha renunciado a ejercitar este derecho. Han sido rechazados los intentos de Ecuador para llegar a un acuerdo con ambos gobiernos.

Si las miramos en conjunto, las acciones de los gobiernos del Reino Unido y Suecia sugieren que su programa real es conseguir que Assange llegue a Suecia. Debido a los tratados y otras consideraciones, podría ser extraditado más fácilmente a los EEUU desde Suecia para hacer frente a sus acusaciones. Assange tiene todos los motivos para temer dicho resultado.

El Departamento de Justicia ha confirmado recientemente que va a continuar investigando a WikiLeaks y ha hecho públicos documentos del gobierno australiano del pasado febrero donde se indica que “se ha realizado durante más de un años un investigación de EEUU sobre la presunta actividad criminal de Assange”. El propio WikiLeaks publico emails de Stratfor, una empresa privada de investigación, que inican que un grand jury ya ha entregado una condena sellada de Mr. Assange. La historia nos dice que Suecia cedería ante cualquier presión de EEUU para entregar a Assange. En 2001 el gobierno sueco entregó a dos egipcios que buscaban asilo a la C.I.A., la cual los entregó a continuación al regimen de Mubarak que los torturó.

Si Assange fuera extraditado a los EEUU las consecuencias permanecerían en la comunidad internacional durante años. Assange no es un ciudadano estadounidense, y ninguna de sus acciones se ha realizado en suelo estadounidense. Si los EEUU pueden perseguir a un periodista en estas circunstancias, también podrían hacerlo los gobiernos de Rusia o China y, aplicando la misma lógica, reclamar que los periodistas de cualquier parte del mundo puedan ser extraditados a sus países por violar sus leyes nacionales. Establecer tal precedente debería procupar profundamente a cualquiera, sean admiradores de WikiLeaks o no.

Rogamos a la gente del Reino Unido y Suecia que soliciten a sus gobiernos que respondan esta simple pregunta: ¿Por qué se niegan las autoridades suecas a interrogar a Assange en Londres? ¿Y por qué ninguno de los gobierno se compromete a que Assange no sea extraditado a los EEUU? Los ciudadanos de Reino Unido y Suecia tienen la oportunidad poco frecuente de posicionarse a favor de la libertad de expresión en nombre de todo el mundo.

Michael Moore y Oliver Stone