Didria que si, pero nada que ver con el metal. Lo asocio con un vanguardismo, de esa movidaa de chetos que van a una galería con champán, ven un cuadro enteramente negro y habla de las trasgresiones dialécticas del arte.
Hay miles de obras que transgreden lo musical - comparado con ellas el metal es más dogmático que la Filarmónica de Londres - que rompen o pretenden romper con todo lo estalecido. Yo mismo tengo por ahí una Cd de John Cale - con Lou Reed, creo - música para películas de Andy Warhol, una especie de jazz monocórdico y extremadamente suave (no prentendan que lo busque a las tres de la mañana). Tengo otro, que el cantante de Cabezones con su Silencio Records publicó un CD de Flavio G. Rivero, un experimentalista criollo de los sonidos suaves. Debo ser el único delirante de Corrientes que compró el Metal Machine Music de Luo Reed.
Mi problema con esta movida es que la veo más artística que musical, y a años luz del metal.
¿Cuál es el objeto de toda esta movida? Difícil decirlo, no es un objeto práctico, sin duda, CD de estos pueden ser encontrados en Google, basta poner experimental CD vanguard... Son materiales del circuito artístico, no musical. Al que le guste, seguro que se identifica con un a frase de este movimiento "el oído humano debe escuchar todo lo que puede escuchar".
Es una manera, vuelvo a lo que dije más arriba, de transgredir la música, aunque de una forma muy elegante, proponer nuevas formas de escuchar sonidos, elevar al escucha a terrenos donde el horizonte musical se difuma en la búsqueda de lo neo sonoro. Algunos defensores de esta corriente hblan de romper con lo establecido, explorar nuevas inquietudes, expandirse enuna nueva forma de rebelión musical, transgredir (verbigracia) la pentatónica.
En lo personal puedo escuchar un par de estas obras -hace rato que no lo hago- cuando me quiera sentir un intelectual en el Soho, pero no me transmite nada de lo que metal significa. Puedo tolerar, poruiqe me gusta lo extremo, al drone, al harsh, al noise, al ambient, etc en sus expresiones más pesada. Pero no me llena tanto como el formato música de guitarra, bajo y batería en melodía estructurada - introducción-riffs rampantes-solo de guitarra-riff rampantes-final-.
En definitiva, como dice Michel Foucault en "El coraje de la verdad"
"Está la idea de que el propio arte, trátese de la literatura, la pintura o la música, debe establecer con lo real una relación que ya no es del orden de la ornamentación, de la imitación, sino del orden de la puesta al desnudo, del desenmascaramiento, la depuración, la excavación, la reducción violenta a lo elemental de la existencia.
Esta práctica del arte como puesta al desnudo y reducción a lo elemental de la existencia es algo que se marca de manera cada vez más patente a partir, sin duda, del siglo XIX. El arte (Baudelaire, Flaubert, Manet) se constituye como lugar de irrupción de lo sumergido, del abajo, aquello que, en una cultura, no tiene derecho o, al menos, posibilidad de expresión. Y en esa medida, hay un antiplatonismo del arte moderno.
"Y por eso mismo el arte establece con la cultura, las normas sociales, los valores y los cánones estéticos, una relación polémica de reducción, rechazo y agresión.
Esto es lo que hace el arte moderno desde el siglo XIX, un movimiento por el cual, de manera incesante, cada regla postulada, deducida, inducida, inferida a partir de cada uno de los actos precedentes, resulta rechazada y negada por el acto siguiente. En toda forma de arte hay una suerte de cinismo permanente respecto a cualquier arte adquirido. Es lo que podríamos llamar el caracter antiaristotélico del arte moderno.
"El arte moderno, antiplatónico y antiaristotélico:
1. reducción, puesta al desnudo de lo elemental de la existencia;
2. negativa, rechazo perpetuo de toda forma ya adquirida.
En estos dos aspectos, el arte moderno tiene una función que cabría de calificar de esencialmente anticultural.
Hay que oponer, al consenso de la cultura, el coraje del arte en su verdad bárbara.
Y si no es sólo en el arte, es sobre todo en él donde se concentran, en el mundo moderno, en nuestro mundo, las formas más intensas de un decir veraz que tiene el coraje de correr el riesgo de ofender.
Podríamos hacer con respecto al arte moderno una historia del cinismo como modo de vida ligado a una manifestación de la verdad, como puede hacerse con respecto a los movimientos revolucionarios o con respecto a la espiritualidad cristiana".
A quien le guste, que se deleite.
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