Se viene la invasión heavyMaiden, Sabbath y Megadeth traen sus shows de estadios a Buenos Aires esta primaveraEl 6 de octubre, Black Sabbath llega al Estadio Único de La Plata junto a Megadeth. Es algo histórico: Sabbath con Ozzy, la primera y última chance en este país de ver al ADN original de la oscuridad pesada. También, el rumor de una llegada de Metallica junto a Rob Zombie en noviembre sobrevuela la industria. La liga intermedia también tiene nombres excelentes: tras las visitas sold-out de Anthrax, Testament, Down y Carcass, promete a Cannibal Corpse y Avantasia. Y el resto del calendario de shows gigantes, para el mainstream -a excepción de Justin Bieber- está desierto. Para las productoras, en un año de crisis, con tarifas en dólares y con el torniquete impositivo más fuerte que nunca, el metal llena estadios y corta tickets. Hoy, el acero pesa igual que el oro.
Tras su visita a Vélez en 2011 con su último disco, The Final Frontier, centrada en su catálogo de la última década que recibió reseñas tibias, Maiden vuelve a lo que mejor le funciona: amar a los 80. Bruce Dickinson lo dijo semanas atrás: "Vamos a hacer una gira desvergonzada con todos los hits". En sí, el show reproduce con algunas modificaciones la presentación de su disco Seventh Son of a Seventh Son en el NEC de Birmingham de 1989, un Maiden en su punto máximo. Vuelven la pirotecnia y las llamaradas al escenario, estarán los telones pintados habituales, una estatua del diablo para "The Number of the Beast".
Si Maiden ofrece hits y espectáculo, Black Sabbath -con un nuevo disco titánico, 13, producido por Rick Rubin- prepara una síntesis perversa de su catálogo: "Behind The Wall of Sleep", "War Pigs", "Snowblind" y las obligatorias "Iron Man" y "Paranoid" componen la lista. Es un Sabbath centrado en sus tres primeros LPs, su fase más cruda y onírica. Y al contrario de Maiden, Sabbath en La Plata apostará por el ascetismo en la monstruosidad: un escenario dominado por una macroestructura deforme de cuatro brazos retorcidos, luces sanguíneas y amplificadores con el diseño de las cruces y el demonio volador de la banda.
Pero en La Plata hay un problema: el valor de los tickets. Un campo delantero asciende a más de 1000 pesos con service charge. "Los costos de estos shows son altísimos comparados a otros géneros que mueven la misma cantidad de espectadores", dice Daniel Herzkovich, director de marketing de Fénix Entertainment, a cargo del show de Maiden.
Los grandes del heavy no son baratos. Fuentes del mercado deslizan cachets potentes en moneda americana: 200 mil dólares para Megadeth, 100 mil para Slayer. Metallica no bajaría del millón. Y aunque su visita todavía no fue confirmada, los productores de toda América latina ya están negociando. Mientras tanto, el grupo viene de lanzar el trailer de Metallica: Through The Never, la película 3D que estrenan en septiembre. Además, el 13 de este mes celebran los 30 años de su primer álbum, Kill 'Em All, y se preparan para el primer show de su historia en China el 13 de agosto.
Iron maiden sólo puede operar bajo la ley de la exageración. El 27 de septiembre, la banda llega por
segunda primera vez al estadio de River y por décima vez a la Argentina para la resurrección en vivo de algo que cualquier fan del metal conoce perfectamente: su video en VHS de 1989, Maiden England, en un tour aniversario que se empaca en cinco camiones semi-remolque. Diez mil entradas fueron vendidas en el primer día, un récord total para cualquiera que no sea Justin Bieber, Madonna o los Rolling Stones, las plateas se agotaron a principios de mayo, con Slayer y Ghost como soportes.
Por Félix Montsalvat
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http://www.rollingstone.com.ar/1598170-se-viene-la-invasion-heavy
me dio curiosidad los cachets, megadeth 200k, slayer 100k, metallica 1M