El cantante de Alakrán y Ian repasa su carrera en la banda pionera del hard rock criollo. Además su experiencia en Rata Blanca, arrepentimientos y acercamiento a Jesús.

La banda que allá por mediados de los 80´s convocaba a 1.400 personas en Halley sin tener un disco editado o la que teloneó a Bon Jovi en Vélez en 1990 volvió a reunirse esporádicamente en 1997 y 2002. Recién en julio de 2010, Alakrán se juntó nuevamente para grabar un show en el ex Teatro Colegiales lo que concibió su primer registro oficial (el cd-dvd Veneno vivo) que presentarán mañana y el domingo en el Roxy Live, luego de girar por el sur del país, tocar en Santa Fé y en ciudades del interior bonaerense. Mario Ian, uno de sus fundadores, ex vocalista de Rata Blanca y además líder de su banda solista Ian, repasa su carrera.

-¿Cómo y por qué se gestó esta vuelta?

-Porque fue una pena que no tengamos nada editado en vivo. Volvimos para grabar eso con un sonido nuevo y actualizado, conseguí las finanzas y le dimos para adelante. Sonamos tan bien y hubo tan buena química entre la banda y el público que decidimos seguir. Dejamos que fluya y, de yapa, volvió el guitarrista original de la banda, Gady Pampillón, que lo conozco desde los 13 años y compartió ]mis inicios en la música.

-Resulta extraño que una banda vuelva directamente para grabar un show en vivo sin conciertos de precalentamiento

-Sí, yo había producido el recopilatorio Alakrán (editado en 1997) que no paraba de vender. Las canciones del grupo eran muy fuerte para esa época. Los que no supimos sostener la carrera de Alakrán fuimos nosotros, no hubo sabiduría para manejar el exito. Al momento del primer disco (Vagabundear, 1989) firmamos un contrato que jamás debíamos haberlo hecho. Pagamos las consecuencias.

-A 20 años de la primer separación, ¿están en su mejor momento?

-Sí, la experiencia y madurez musical fueron creciendo, no es que estamos reventados y tiramos un manotazo de ahogado. Con Ian me está yendo muy bien pero Alakrán siempre tuvo una magia muy especial.

-¿Van a sacar un tercer disco disco de estudio o piensan dejar viva la leyenda de Alakrán y sólo hacer shows?

-Yo no lo veo como leyenda, sino como una banda pionera actualizada que tiene mucho más para dar. Estamos componiendo un disco (aún no se escribieron las letras) donde vamos a dar un mensaje bueno, fuerte, en estos tiempos donde la gente necesita expresarse. No solo optimista, sino que llegue al corazón, transmitir fe, algo que edifique y no que te hunda en bronca, desesperación, ansiedad y miedos. No me gusta reclamar en las letras, sino dar.

-¿Vas a seguir cantando en Ian ahora que estás abocado a estos shows?

-Sí, aunque tiene un contenido diferente al de Alakrán, posee una base más heavy metal mientras que lo otro es más hard rock. Mis influencias son de los dos estilos desde Black Sabbath, Judas Priest hasta Led Zeppelin, Yes, Rush y Creedence Clearwater Revival.

-Ya que tenés a las dos bandas en funcionamiento, ¿en algún momento se te ocurrió cantar en una misma noche primero con Ian y después con Alakrán o viceversa?

-No, respeto el paisaje musical de cada una que son muy diferentes. Y también por respeto a mis compañeros de banda, está Gady Pampillón, Ricky "El Griego" Alonso que fue el baterista original, Hernán Cotelo y Javier "El Chino" Retamozo que estuvo en Rata Blanca conmigo. Ian va por otro lado.

-Muchos fanáticos de tu banda solista seguramente no conocían a Alakrán o no lo vieron nunca en vivo porque eran muy chicos, hoy ¿ganaste público de tu banda histórica con esa sangre nueva?

-Sí, de hecho el 70% del público de Alakrán tiene entre 18 y 25 años. Y eso es porque estamos a full, actualizándolos, más maduros para manejar las cosas con entendimiento. Personalmente me siento mucho mejor ahora que cuando estaba en Rata Blanca.

-¿Qué rescatás de tu paso por RB?

-Rescato haber podido cumplir el sueño que tenía de chico que era viajar por todo el mundo, cantando. Se dio por la unión del grupo que estaba en un momento muy difícil (NdR. el cantante Adrián Barilari se había ido del grupo y Mario lo reemplazó), el sello no quería apoyar a la banda y generamos el disco Entre el cielo y el infierno (1994) en el cual tengo muchísima composición. Vino el presidente de la compañìa, escuchó las canciones, se levantó, me dio la mano y nos puso cien mil dólares para que hagamos toda la gira internacional y grabemos el disco.

-¿Qué show recordás de esa gira?

-España fue espectacular, inclusive grabamos ahí el álbum. Tocar en Estados Unidos para mí fue un sueño cumplido, estuvimos en el Mayan Club de Los Angeles donde Whitney Houston grabó fragmentos de su película El guardaespaldas. Y en ese tour conocí el lugar más lindo que toqué en mi vida: Olympia, un club de la ciudad de San Pablo.

-¿Y de que te arrepentís de cuando estuviste en ese grupo?

-De no haberme manejado mejor, tuve mucha ansiedad y baja autoestima. No me valoré.

-¿No hay rencor hacia Rata Blanca?

-Para nada, al contrario, hay agradecimiento. Uno tiene que hacerse responsable de las cosas que no logró.

-No es común que un músico diga eso...

-Y porque lo de siempre es echarle la culpa a otro. Ojo, que pasé cosas malas en Rata Blanca, sí, que me afectó gente, también, pero siempre tomo la responsabilidad de lo que yo no hice bien o no hable antes o no concreté en su momento.

-¿Qué te molestó?

-Hubo muchas cosas que no me gustaron pero lo principal fue como se dio lo artístico después del disco Entre el cielo y el infierno. Yo tenía un material compuesto que no iba con lo que Walter (Giardino, guitarrista y líder del grupo) quería en ese momento para la banda. No pude aguantar más seguir estando en Rata, no por Walter, sino por mí, no me sentía bien.

-¿Seguís en contacto con ellos?

-Con Sergio (Berdichevsky, guitarrista) y Gustavo (Rowek, baterista) grabé los dos primeros discos de Ian. Con Adrián tengo una amistad excelente de siempre, es un muy buen tipo. Y con Walter hemos tenido tiroteos muy fuertes pero hoy en día ya no le guardo ningún rencor, al contrario, si lo veo le daría un abrazo porque lo conozco desde hace 30 años. Me quedo con lo bueno, lo malo lo perdono y sigo adelante. Me encantaría poder subir a tocar con él y no porque necesite de Rata Blanca sino porque como artista lo respeto y juntos hicimos muchas cosas buenas.

-Con Ian editaste "En tiempos de redención" y acabás de sacar "Nuevo Orden", con un claro acercamiento a Dios y un mensaje de fe. ¿Siempre fuiste creyente o hubo algún hecho en particular por el cual te entregaste al Señor?

-Sí, sí, el día que me iba a suicidar, eso pasó en 1987, estaba en mi habitación y allí conocí a Jesucristo, tuve una relación, una conexión. Ocurrió en un momento muy malo de mi vida, de muchas perdidas donde pasé por grandes depresiones que duraron seis o siete años. Mis malos momentos se repitieron también en mi época con Rata Blanca. Después volví a tener una relación pura, simple y natural con Dios, que es lo más importante en mi vida. Aclaro que yo detesto y rechazo las religiones. En mi arte quiero trasmitir algo espiritual, que a la gente le genere un cambio en el corazón.

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"...Nueva sangre hay en mis venas
Renacer de mi ilusión
Y los senderos del alma
Hoy los comparto en canción..."

gracias mica muy buena nota

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I wanna live my life in a fairy tale where the end is always good and never sad