Luego de sacudir cabezas varias de la mano de "Todo.s Los Colores Del", editado en 2011, los tucumanos Random vuelven al ruedo con "Pidanoma", su segundo y más ambicioso registro discográfico de larga duración, a editarse inminentemente, dependiendo de la fecha en la que nazca Felipe, hijo de Marcos Crosa, baterista de la banda. Y por qué ambicioso? "Pidanoma" cuenta con tan solo cinco composiciones, cuatro sin contar "Ojota y Media", segundo track del disco, que hace las veces de interludio. El disco abre con "Corto Normal", primer single del lanzamiento. Los primeros doce segundos del tema, cortesía del bajo de Pablo Lamela, recuerdan a Tool. Pero inmediatamente después, la rabia se hace presente. El riff con el cual explota "Corto Normal" trae consigo reminiscencias de los suecos Meshuggah, pero solo por unos instantes. Automáticamente después, reconocemos el sello de los Random, esa marca personal que tanto los caracterizó en "Todo.s Los Colores Del". La voz de Raúl Garcia Posse aparece recién justo antes de los tres minutos de duración. Una voz muy versátil y completa, que pasa del lamento al desgarro total. Una excelente combinación de voces limpias y rasgadas. El metal progresivo se hace presente con un riff completamente trabado, liderado por una base compacta que acompaña al pie de la letra. Luego de "Ojota y Media", llega el segundo tema más largo del disco: "Me Chango", con sus poco más de diecisiete minutos de duración. Marcos Crosa demuestra sus habilidades como baterista a lo largo y ancho del tema, especialmente al arranque. En este momento, y solo por unos segundos, pensamos en Mastodon, precisamente por un arpegio distorsionado muy característico de los de Atlanta. La estrofa, super ganchera, llega con slaps y juegos de hi-hat. Nuevamente, la voz juega un papel importante, denotando constantes cambios de emoción. A partir de los dos minutos y medio, el tema rota su orientación. Y aparece la sorpresa: el saxo tenor del mexicano Adrián Terrazas-González, miembro de The Mars Volta desde 2005 a 2008 y actual integrante de la agrupación del borícua Omar Rodríguez-López, frontman de los antes mencionados The Mars Volta. El clima logrado es único. El paisaje también: sumamente volátil, sumamente cannábico. Recién a los diez minutos, "Me Chango" vuelve a la normalidad, la cual dura poco y nada gracias a la inquietud de los Random, que saben pero no quieren mantenerse quietos en ningún momento. Promediando el final, el tema se convierte en una zapada muy prolija, un jam de cinco minutos de duración que se extingue de golpe, dándole lugar a una ténue guitarra que cierra el tema. Según la propia banda, la participación de Adrián Terrazas-González es un sueño cumplido que marca el hito más importante, no solo de su carrera artística sino además de las propias vidas de sus integrantes. Y no es para menos. El trío creció escuchando The Mars Volta. Y cierto día, uno de sus músicos participa en tu disco. Menudo acontecimiento. Cuarto track de "Pidanoma": "Mia Gato Está Solo En Su Oscuridad", de tan solo un minuto menos de duración que su antecesor. Lo que parece ser un león hambriento que nunca termina de zambullirse sobre su presa, desemboca en un formícido que lleva un grano de arroz a su colonia, que luego se transforma en un venado que corre por su vida. Los cambios de ánimo son constantes. El ambiente logrado apenas transcurrido el quinto minuto es muy bueno. Incluso demasiado. El delay de la guitarra toma protagonismo. El ambiente mejora segundo a segundo. Pero una vez más, no por mucho tiempo. La voz de Garcia Posse y la batería de Crosa así lo demuestran, mientras el bajo de Lamela se mantiene firme y estóico. A partir de los 08:40 minutos, el tema toma forma nuevamente y todos los instrumentos se acompañan al unísono. Dicha forma se desvanece en menos de un minuto. Si, los Random lo vuelven a hacer! Y es a partir de los diez minutos y medio que el venado que corría por su vida se convierte en un felino solitario en medio de la oscuridad total, tal como lo describe el nombre del tema. Esta oscuridad representa un viaje sensorial que cumple su cometido a la perfección. Sobre el final, aparecen pequeños destellos de luz desde la guitarra de Raúl Garcia Posse. Pero la luz nunca aparece. Y es aca donde llegamos al final. Es aca donde aparece "Guri Guri Tres Piñas", el tema más largo de "Pidanoma", acusando casi veintiún minutos de duración. Desde el arranque, los sentidos se ven afectados (para bien) una vez más. Cada instrumento hace lo suyo, medianamente acompañado uno del otro, hasta que deciden parar de golpe, dándole lugar a uno de los climas más y mejores logrados del disco, clima que tiende a desaparecer pero no lo hace sino que se incrementa, toma fuerza. Pero después decrece. Y vuelve a crecer. La intensidad vuelve en sí de parte de la voz de Raúl. Y luego vuelve a decrecer. La explosión llega recién sobre el final, a casi dos minutos del cierre. Las nubes fueron acomodándose a lo largo del tema para finalmente desembocar en una tormenta estival que arrasa todo a su paso en tan solo unos segundos. Y así culmina esta bomba cerebral. Una obra que nada tiene que envidiarle a los más reconocidos exponentes del género, no solo por el excelente sonido logrado sino además por las composiciones en sí mismas. Una obra sumamente original y muy ambiciosa pero para nada arriesgada que merece el mayor de los reconocimientos. Ojalá así sea.

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