16 años ya pasaron de la publicación del primer disco de TRIDENT: De fuego y acero. Si bien es una banda que tiene vigencia desde el año 1994, luego de dos demos y un par de años, el 15 de marzo del 2002 logran publicar su primer larga duración, demostrando su obra pura y exclusivamente de Heavy Metal.

El génesis de todo lo comienzan unos latidos seguido de una risa malévola para abrirle la puerta a un riff parido del más puro Metal. ‘El herrero’ es un tema que, si sentís la música pesada, te va a hacer y levantar el puño en alto. Los machaques constantes y una batería muy potente son las características de este tema. Me imagino lo que fue en el momento que salió, hoy en día ya considerado un clásico de la banda. Es pertinente mencionar en el solo la participación en los teclados de Ismael, quien en esos momentos era un músico sesionista y en la actualidad ya es un miembro oficial de TRIDENT. ‘Apocalipsis’ es un tema que, como bien señala su título, habla del fin del mundo por la inconciencia de la humanidad y el final deja una advertencia. Me agradan mucho las violas gemelas que emplea la banda tanto en el inicio como en el puente antes del solo de viola, siendo ya una marca registrada de la misma. Continuamente nos encontramos con un tema más oscuro, tanto lírica como musicalmente. ‘Fantasma’ es una balada metalera de esas que se tornan hasta funestas por las melodías de las violas, para finalizar de manera acústica y un solo hasta nostálgico. ‘Danzando sobre las cenizas’ comienza violentamente para ser un tema muy duro y fills de baterías al estilo del viejo BLACK SABBATH, recuerda mucho sobre todo a la batería del clásico ‘War pigs’. El tema siguiente quizás no necesita mucha presentación, ya que su mismo título nos dice todo: ‘Hijos de un desaparecido’. Un tema con tintes muy grises y que te transporta a una época muy sombría en nuestro país, incluso cuando sube el tema sube la intensidad y Hector canta ‘Esos que ayer causaron tu dolor y que a tus hijos matarán mañana… Hay que luchar para poder vencer’, podemos percibir toda la maldad que la banda quiere transmitir en esta obra. ‘Esclavo’ es un tema que anteriormente formó parte de un demo. Un tema cargado de bronca hacia los cagones, los que no tienen huevos de ir de frente al momento de enfrentar la realidad, por supuesto que la música acompaña perfectamente cada palabra escupida durante la canción.

La segunda parte del disco nos encuentra con una historia emocionante. Titulado ‘Un respiro en el abismo’, cada momento y cambios de tiempo en la canción nos contextualiza en la historia del Polaco. No estoy descubriendo nada cuando digo que TRIDENT se caracteriza por la dureza y crudeza de sus letras, como en ‘Un gramo más’, donde escuchamos la historia de un adicto y sus lamentos. Seguimos con dobles gemelas y teclados anunciando ‘Tropas del imperio’, mi tema favorito del disco. Más que nada por la fuerza que representa cuando comienzan las estrofas, el doble bombo masacrando sin piedad, como si de una batalla se tratase. Te sentís hasta parte del ejército y hasta invencible al escuchar esta canción. ‘La creación’ es un tema pura y exclusivamente ambientación de parte del teclado, para el tema que sigue: ‘Trident’. Si bien ya fue presentado en un demo anteriormente, era necesario incluirlo en su primer larga duración para dejar su huella de identificación. Es un resumen musical del disco entero, con cada ingrediente que hace especial a cada tema, donde también hay lugar para influencias del duro rock, o hard rock, como quieras llamarlo.

Si bien no fue el primer material que escuché de la banda (el primero fue Elric el albino), me resultó muy interesante conocer los inicios de TRIDENT, quienes hoy en día transitan más de dos décadas de trayectoria. Es un muy buen comienzo discográfico, donde vemos la personalidad dura que seguirán desarrollando a lo largo de los discos que sacaron continuamente, siempre bañados de fuego y acero.