(R. Iorio/C. Marciello)
¡POR LO QUE DIGO VOY!
De muy pibe me encontré con tu estatua una tarde, luego de eso comencé a leer tu nombre en todas partes.
Colectivos, comercios, salones, Bibliotecas Populares, calles, barrios, pueblos, bares, y sentí en mi de vos saber.
En San Justo escuché a mis abuelos nombrarte, tuve suerte el día que a tus escritos llegué.
Masticaste soledad por no callar verdades, y contra la ignorancia guerreaste sin títulos que te respalden.
Esta canción quiere tu nombre llevarse, como se lleva mi voz para que guarde quien siente. Fue por querer, y por si alguno no sabe ¡que hice mío tu nombre, Almafuerte!
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