(R. Iorio/C. Marciello)
Escucho a las rutas llamarme, son voces graves que me invitan a rodar, dicen extrañar mi errante andar, pedal a fondo, tierra adentro...
Sueños invaden mi descanso, con su carga de convide rutero, atravesar los amplios llanos por llegar, a ningún lugar, como hace el viento... Quieren volverme a ver... Es por eso que están llamándome...
Sin rumbo fijo hacia delante voy, andar, andando, solo andando, por andar, llevar mi vida acelerando sin pensar en regresar, o en detenerme.
Escucho a las rutas llamarme, y su motivo viste a mi decir sincero, el que, afirmado, será por quienes por ahí, me vieron pasar, o por aquellos que andando me han de ver. Si consigo llenar el tanque, responderé al llamado, si lo quiere mi suerte, como otras veces antes, siendo quien siente, partiré...
|