SANTIAGO.- "Soy chileno de corazón. Y eso es algo que comparto con todos los chilenos, ese orgullo nacional", decía Tom Araya hace un par de semanas en conversación con Emol.

El emblemático líder de Slayer, quien dejó a los cinco años su Viña del Mar natal, tiene pocos recuerdos de esa ciudad, pero de todos modos siente un gran arraigo por ella. "Ir a Viña es volver al lugar donde nací y donde crecí. De verdad significa mucho. Estoy muy orgulloso de ser chileno, aunque haya partido a los cinco años, y mis padres también, aunque hayan venido a vivir a Estados Unidos. Mi padre siempre decía 'en esta casa somos chilenos. Fuera de la casa somos estadounidenses, pero aquí adentro somos chilenos'. Eso es algo que se quedó conmigo", contaba entonces.

Esa conexión tendrá su vuelta de mano en la visita al país que la esencial banda de trash metal iniciará mañana, oportunidad que el municipio de la Ciudad Jardín aprovechará para declarar hijo ilustre a Araya.

En la ocasión, la alcaldesa Virginia Reginato le entregará las llaves de la ciudad al bajista y cantante, quien se presentará por primera vez junto a Slayer en la ciudad en que nació, el próximo viernes 3 de junio.

La fecha se enmarca en el "World Painted Blood Tour 2011", con que celebran sus 30 años de trayectoria, y que tendrá una presentación previa en Chile, el jueves 2 de junio en la Arena Movistar de Santiago.

Y para que el paso sea aún más significativo, Araya no sólo se reencontrará con Chile, debutará en vivo en Viña del Mar y será declarado hijo ilustre de esa ciudad. Además el músico llegará con su familia completa al país, y extenderá su visita por cerca de una semana, incluyendo la celebración de sus 50 años de vida (el próximo lunes 6) en su tierra natal.