Así que Law & Order: Special Victims Unit emitió un episodio sobre videojuegos que escupió los mismos argumentos trillados que he estado escuchando sobre ellos desde que era chico. Cosas como "te van a convertir en un imbécil violento" y "no vas a poder diferenciar los videojuegos de la vida real" y hasta "vas a comenzar a utlizar acrónimos en conversaciones de la vida real". Y si bien pensaba que "Intimidation Game" (¿en serio?) era particularmente estúpido y prejuicioso, no me pareció que la caracterización de los gamers fuera ofensiva. Porque los personajes malvados que parecían salidos de dibujos animados (...) [en la serie] eran simplemente actuaciones de las amenazas reales que he visto a lo largo de Internet durante los últimos seis meses.




Aclaremos una cosa: juego muchísimos videojuegos, y no tengo miedo de decirlo. He estado jugando videojuegos desde que mi primo me mostró Rise of the Triad cuando era demasiado joven para algo como eso. (...) Los videojuegos son mi forma favorita de pasar el tiempo, y aún sigo pensando que tenemos, sin lugar a dudas, la comunidad online más asquerosa que no es directamente un grupo de odio.


¿Pero por qué? Mi teoría es que los videojuegos, más que cualquier otra forma de arte, están diseñados para hacerte adicto y esa adicción hizo que un grupo de gente extraña pero inofensiva se convierta en un grupo de lunáticos furiosos. Pero yo soy solamente un simple escritor de comedia en Internet, así que hablé con Ciaran O'Connor, un psicoterapeuta de Brighton (Reino Unido) que se especializa en la adicción a los videojuegos (y que además escribió un libro sobre ello), y me dijo que...


5. La adicción a los videojuegos es una adicción a sentirse poderoso

Según O'Connor, una adicción a un videojuego es, mayormente, una adicción a sentir que importás.



Pensá en ese algo en común que tienen todos los videojuegos que jugaste alguna vez: Siempre sos el personaje más poderoso, o trabajás para serlo. Los juegos te brindan la sensación de ser realmente importante, de ser alguien a quien todos quieren escuchar, y te lo proveen en dosis muy concentradas, como el crack. (...) La diferencia entre el gamer saludable y el adicto es que el adicto no tiene ese sentimiento de "Yo importo" en ningún otro lado.



Esta es parte de la razón de por qué la imbecilidad se sobrepone a todo lo demás que esté relacionado al gaming. Te voy a dar un ejemplo: En mi opinión, uno de los mejores videojuegos creados en la historia es Spec Ops: The Line. Es muy tenebroso, no vas a poder dormir después de haberlo jugado, y contiene la crítica más despiadada y brutal sobre los videojuegos violentos que puede haber existido, a pesar de ser en sí mismo un videojuego violento. (...) Pero no lo jugué cuando salió. Ni siquiera había escuchado sobre eso hasta que lo vi en Steam a un precio accesible, a pesar de seguir las noticias de videojuegos tanto como puedo. ¿Por qué? Porque fue lanzado en 2012, y en 2012, todo lo que la comunidad gamer quería hacer era lanzar toda clase de insultos contra una campaña de Kickstarter para una serie de YouTube llamada Tropes vs. Women in Video Games, la cual es, hasta este día, más famosa por toda la bronca que causó que por cualquier contenido que tenga. Por primera vez, no se trató de los medios lanzando posturas parciales contra los videojuegos o cosas así; sino porque las amenazas de muerte suelen ser noticias más grandes que cualquier videojuego, por más bueno que sea. (...)


Y esa es la conexión entre los videojuegos y el aberrante comportamiento online: el sentimiento de poder, de importancia, y de sentir que uno importa, el cual se origina cuando uno comienza a ver los resultados. Escribir cosas sobre violaciones, genocidio, o simplemente una cadena gigantesca de insultos es la forma que uno tiene para hacerlo. Por eso los gamers se quejan de ser ignorados por los desarrolladores, o por las críticas en el aspecto social hacia los videojuegos: la idea de que exista un solo videojuego hipotético que no esté hecho para ellos les recuerda que, individualmente, no son la fuerza más poderosa del universo. Y es parte del por qué...

4. No queremos aceptar que los videojuegos son simplemente diversiones

Los gamers tienen una tendencia a olvidar que los videojuegos no son importantes ni significan nada. Quiero decir, son importantes en el sentido cultural, y ciertamente en el sentido económico, pero ¿y las cosas que hacemos en los videojuegos? ¿Las espadas que creamos, y las mujeres espectaculares con las que pretendemos tener sexo? Olvidamos que esos "logros" significan muchísimo menos que nada para la gente que no son como nosotros, y el mejor ejemplo de nosotros olvidando esto es un post de foro titulado "Open Letter to Parents of League of Legends Players." ("Carta Abierta a los Padres de los Jugadores de League of Legends") En él, pueden leer sobre cómo los jugadores adultos de League of Legends piensan que los padres de los chicos con quienes juegan deberían adaptar su estilo de parentaje a las necesidades del gaming porque, cito, "están afectando a hasta 10 personas, no sólamente a su hijo". (Es verdad, esto fue lo que dijeron). ¿Y cómo fueron afectados? Estaban más o menos a punto de ganar en un juego que estaban jugando en su tiempo libre para divertirse.


"¡Pero no todos los gamers somos así!" Lo sé, lo sé. Pero ideas como esas no están en el mismo código de área que algo "sano", y aún así grandes partes de la comunidad gamer piensan que está bien, porque no tienen el concepto de los videojuegos siendo... si... juegos. Hace un tiempo, Ben Kuchera de Polygon escribió un artículo sobre cómo los videojuegos no son lo más importante de su vida, a pesar del hecho de él mismo ser un periodista de videojuegos. A primera vista, parece algo completamente estúpido. "¿A quién le importa si buceás, Ben?" dirías. "Oh, ¿así que sos un espadachín, Ben?" dirían otros. "'¡Ben Kuchera ha revelado detalles de su vida personal que puedo usar en mi cruzada de Twitter contra él!" gritarían otros. Pero ese es exactamente el punto: en la comunidad de los videojuegos, tener una vida más allá de las pantallas, los proyectores y los lentes 3D no es algo que tenés que decir; es algo que va a hacer que otros gamers pienden que no sos un gamer.


¿Y por qué la gente piensa que sus videojuegos son tan importantes? Creo que tiene que ver con el punto anterior de la lista: los videojuegos hacen que el adicto se sienta importante porque, como fantasías de poder que son, están diseñados para hacer eso. Y pasar mucho tiempo en esas fantasías de poder hace que los adictos se olviden que la "importancia" es sólo eso (una fantasía) y que las cosas que consigan en los juegos signifiquen menos que nada para, digamos, alguien que intenta criar a un niño, alguien que trata de escribir sobre videojuegos porque vive de eso, o la gente que creó el mismo videojuego. Y si olvidan eso, entonces comienzan a enfurecerse y ponerse defensivos con aquellos cuyas prioridades de vida real comiencen a interferir con su tiempo para jugar.



Y por culpa de esto...

3. Los adictos dejan de disfrutar los videojuegos

Y así como los gamers son muy rápidos para defender este hobby, también lo son para ser destructivos. "Modern Gaming Sucks" ("el gaming moderno apesta") es un meme tan enquistado que probablemente hayan olvidado que estamos hablando de una industria que factura U$S21 billones.


Por un lado, ven estas mismas quejas sobre las películas, la música, y probablemente los libros. (...) Pero por otro lado, los gamers son los únicos en escupir toda clase de barbaridades con respecto a esto.



Este es un comercial ridículo, pero nadie se animaría a hacer uno así para Netflix, ¿verdad? O un servicio de entrega de juegos de tablero. O uno para, por ejemplo... ¿libros? (...) He estado en muchísimos foros a través de los años, desde Heroes of Newerth y StarCraft hasta Diablo y Call of Duty, y las cosa más común que ves en todos estos foros es la resistencia al cambio, la bronca hacia las nuevas cosas, y el sentimiento de ser traicionados por los desarrolladores del videojuego (quienes están "sólo por el dinero" o "alienan a su base de fans"). De acuerdo a O'Connor, esto pasa porque crearon una tolerancia muy alta al "vuelo" que el gaming les da, y están furiosos porque no pueden sentirse así nunca más.



Ahora bien, no estoy diciendo que si a alguien no le gusta un videojuego, automáticamente se convierte en un adicto. Tampoco estoy diciendo que jugar miles de juegos te convierte en un adicto, porque la adicción no funciona así. Lo que quiero decir es que si alguien piensa que los juegos modernos apestan y no hace nada más que quejarse de eso mientras pasa todo su tiempo jugándolos, entonces si, quizás él tenga un problemita. Pero quizás no se de cuenta, porque...

2. Suprimimos las necesidades que los videojuegos no satisfacen

Sin lugar a dudas, la cosa más avergonzante sobre los videojuegos es que la gente asuma que tengo el cerebro de un adolescente reprimido de 14 años. La segunda cosa más avergonzante es la frecuencia con la que demostramos cómo eso es verdad: cuando nos agarramos con alguien, siempre es una mujer, y siempre la acusamos de usar su sexo para avanzar. Cuando encontramos una mujer en un videojuego, la acosamos sexualmente. Y cuando nos encontramos con una fémina gamer en la vida real, asumimos automáticamente que está tratando de engañarnos. Es demasiado obvio lo que está pasando. Y de acuerdo a O'Connor, esta es una mayor parte de la adicción gamer.




O'Connor señala que una pobre imagen propia juega un "rol significativo" en el uso excesivo de Internet. Por supuesto, la adicción a Internet y la adicción al gaming son diferentes, pero están conectadas: O'Connor dice que los adictos al gaming frecuentemente tienen una "ruta de patrulla digital".


Una ruta de patrulla digital es exactamente eso: un puñado de sitios que chequeamos rutinariamente, sin siquiera pensarlo: Reddit, Twitter, Facebook, Tumblr, e-mail. Saltamos de sitio en sitio para ver qué hay de nuevo, y cuando llegamos al final, pasó el tiempo suficiente para volver a comenzar y ver si algo cambió desde la última vez que hicimos un comentario. A medida que la ruta se va elongando, se hace cada vez más difícil salirse de ella.



Ya que la adicción es un síntoma (algo que comenzás a hacer cuando te escapás de un problema real), parece que tenemos una imagen muy clara de cómo son los gamers más gritones y furiosos de internet: gente muy poco feliz con sus vidas y relaciones personales, gente que utiliza videojuegos y relaciones intrapersonales más seguras y menos molestas en la Internet para ocultarse, y gente que se está descargando. Este es, incidentalmente, el geek estereotípico, lo cual empeora el problema porque...


1. Deseamos que se burlen de nosotros (lo que perpetúa el ciclo)

Es fácil mirar todo lo que he escrito y verlo como si hubiera expuesto una vulnerabilidad. "Ahaha, ¡estos muchachos son solamente nerds con hambre de sexo!" dirías. "Su virginidad furiosa es como una fisura en la armadura de Smaug, ¡así que para destruirla tengo que disparar la flecha negra de la burla directamente en su corazón!" Primero, que analogía extraña. Segundo, hice eso, y si, es muy divertido, pero soy un hijo de puta y, por favor, no seas como yo. Y tercero, esta es probablemente la peor forma de pensar en todo esto.

Entiendo que la crueldad y la venganza sean muy tentadoras, especialmente cuando las vulnerabilidades son tan obvias. Pero el problema es que el "nerd resentido" lo es porque hay una voz en su cabeza que le grita constantemente. Esa voz le dice que no es lo suficientemente bueno, inteligente, fuerte o sexy. Cualquier muchacho deforme que no puede hacer deportes ni le gusta la música correcta conoce esa voz. Y cuando llamás a ese nerd resentido "estúpido virgen" o insistís en que merece ser humillado, y no te sentís mal por él, entonces estás haciendo que esa voz sea cada vez más fuerte, y te convertís oficialmente en parte de ese nefasto problema.


Hablamos sobre un puñado de gente que, fundamentalmente, está sola y tiene miedo. Si, no dejan de ser potencialmente peligrosos y si, están realmente equivocados, pero no hay una cantidad finita de sufrimiento o victimización en el universo entero. En la escuela, el abusador que le hace la vida imposible al nerd actúa de esa manera por frustración e inconveniencias en su propia vida, y esas reglas no cambian cuando crecés. Realmente pienso que la gente más asquerosa y furiosa llegó a eso por sus propias y aplastantes inconveniencias, al igual que alguien que se une a un grupo neo-Nazi. O quizás están tratando de escapar de sus propios problemas de la vida real, como un adicto a la heroína. O quizás sean ambas cosas.


Mi punto es que tenemos que admitir que nuestro hobby puede ser realmente destructivo cuando se abusa en demasía. Porque a menos que resolvamos esos problemas, esta es la única forma en que los "normales" de la vida van a vernos. [NdelP: El video original fue eliminado de la net.]

_________________

_________________