Ramón
Y finalmente, tras diez años, Ramón Díaz, el técnico que más títulos ganó en la historia de River, volvió a ser el entrenador del millonario. Ídolo de propios y denostado por extraños, el Pelado era el único candidato potable que podía llevar Passarella.
Ramón Ángel Díaz. Ramón. El Pelado. Je. Tá luego. Tricampeonato. Libertadores. Supercopa. Aimar, Saviola y Angel. La vaselina de Ricky Rojas. El goleador que volvió para ser campeón. El pibe que ponía en apuros a Labruna rompiéndola cada vez que entraba. El que declaraba exactamente lo que el hincha quería decir. El que boqueaba y si le salía mal boqueaba más fuerte. El que se recibió de ídolo siendo técnico. El tipo que más títulos ganó como técnico de River. Más que cualquiera. 7. Siete. Y que además ganó 5 títulos como jugador. 12 campeonatos ganó Ramón Díaz en River. Y por si fuera poco se fue echado por el peor presidente de la historia apenas después de ser campeón. Ese es el fulano que vuelve a Nuñez.
¿Cómo no va a estar ilusionado el hincha de River con su vuelta?.
Obviamente el retorno de Ramón Díaz genera dudas, al menos en los hinchas un poco más pensantes.
2012 no es 2002, el equipo actual de River es notoriamente inferior a aquel último que dirigiera RAD, ni hablar respecto al del 96/97, y no hay plata, ni chances habida cuenta el reducido cupo a esta altura de la temporada, para hacer grandes incorporaciones.
River no es el mismo y Ramón Díaz tampoco. Su último momento triunfal data de hace ya 5 años, con el título del Clausura 2007 en San Lorenzo y los cuartos de final de la Libertadores 2008 con el mismo equipo. A partir de ahí le fue decididamente mal, en el América de México, en su regreso a San Lorenzo y en Independiente.
Ramón de nuevo en River es muchas cosas a la vez. Es el sueño cumplido de muchos hinchas. Es el recuerdo de tiempos mejores y la esperanza de que vuelvan. Es la bandera de nuevo en el banco. Es la ilusión de empezar a volver a ser. Es también una movida de Daniel Passarella para seguir blindado en su sillón presidencial, al menos lo más blindado que su gestión permite. No casualmente
se anuncia la contratación de Ramón Díaz el día anterior a que se apruebe, o no, el payasesco balance del club. Es una chance única también para el propio técnico, que sabe que está ante su última chance de estar en el candelero. Y es una apuesta.
Ramón es plata o mierda. No hay términos medios. Si sale bien, habrá vuelto la alegría miejah!. Si sale mal se habrá gastado la bala de plata y el hombre lobo que se hace llamar Nacional B (?) habrá triunfado.
Ramón es todo eso, y es también el mejor técnico de los posibles que podía contratar Passarella. Ni Alfaro, ni Gallardo eran mejores proyectos que Díaz, y Gareca decidió que estaba más cómodo y tranquilo en Liniers. Passarella eligió ir a lo seguro, no en cuanto a seguridad de resultados, que nadie puede prometerlos, sino a la voluntad del hincha. La gente de River, la inmensa mayoría, quería que volviese Ramón Díaz. Algunos sin ningún tipo de reservas, otros con dudas, y unos cuantos aplicando la teoría del mal menor.
A Ramón le fue mal en sus últimas experiencias, en los últimos 4 años, pero peor le ha ido a River en ese lapso. RAD habrá chocado a San Lorenzo e Independiente, pero a River lo chocaron todos los que lo manejaron. Puede salir muy bien o muy mal, está claro, pero después de muchísimo tiempo gran parte de la gente de River está contenta por algo, aún cuando tenga dudas.
No volverán los grandes triunfos del pasado, mucho menos a la brevedad. El River que encuentra Ramón Díaz hoy no es ni por asomo el que encontrara en 1995, cuando fracaso era no salir campeón una vez por año. River viene de la B, no tiene margen para boludear con el promedio y necesita sumar. Pero necesita también volver a ser respetado. Que los equipos rivales vean la visita al Monumental como un riesgo de perder, y no como una excursión en la que estar mínimamente ordenados les asegure en un 80% irse con algo en los bolsillos. No habrá tampoco gran vuelo. No tiene con qué River en este momento, más allá de Ramón sí o Ramón no. Tiene espalda Ramón, claro, si hay alguien que tiene espalda en River es él, pero la espalda ancha permite aguantar más, no aguantar todo. La vuelta de RAD no necesariamente es una movida inteligente de DAP, es la única posible que tenía.
Para algunos Ramón sólo puede dirigir equipos de estrellas a golpe de chequera. Sin dudas el equipo del 96/97 podía catalogarse así. No el de 1999 o 2002, armados por él recurriendo a las inferiores, o el San Lorenzo 2007. Eso no quiere decir que sí o sí le vaya a ir bien, pero haber dirigido a un cuadrazo no implica no saber nada… A RAD, como a todo técnico, le ha ido bien y mal, con buenos planteles y con malos planteles.
RAD genera, eso es indudable. Genera esperanza en los hinchas, genera protección en la dirigencia, genera bronca en los rivales, genera titulares en los medios. Genera que las cámaras se vayan con él antes que con jugadores inexpertos o poco amigos de la presión. Podrá generar que River vuelva a caminar por senderos más acordes con su historia? Nadie lo sabe, pero la posibilidad está, y Ramón ya cerró varias bocas alguna vez. Aunque ahora no tenga a Francescoli, a Ortega, a Salas, a Berti, puede hacerlo otra vez. El tiempo dirá.
Mientras tanto, nada le quita la sonrisa a los hinchas que esperan el regreso del tipo que jugó 175 partidos y metió 84 goles con la banda roja, y que ganó el Metropolitano 79, el Nacional 79, el Metro 80, el Nacional 81 y el Apertura 91 como jugador; y el que como técnico de River se llevó el Apertura 96, el Clausura 97, el Apertura 97, el Apertura 99, el Clausura 2002, la Libertadores 96 y la Supercopa 97. El entrenador, además, que más allá de los títulos hizo enorgullecer muchas veces a los hinchas por el fútbol que desplegaba su River.
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