Cuando los discos compactos comenzaron a aparecer en las disquerías, el embalaje en cajas largas o long box sirvió para un propósito de transición, permitía presentar a los nuevos discos compactos en los mismos contenedores utilizados originalmente para discos de vinilo. Median 12" de alto, y podían contener dos discos separados de ser necesario.

La mayoría eran a todo color, con detalles sobre el disco compacto en la parte posterior, y con frecuencia el arte original de la portada del álbum ocupaba todo el tamaño de la Caja. También había long box genéricas blancas con ventanas que mostrar la cubierta del disco compacto, así como versiones de plástico transparentes que eran un sustituto mas barato que un Longbox impresa.

La colocación de la caja de plástico de CDs dentro de las Cajas Largas de cartón en tamaño de paquete más grande se pensó para hacer más difícil y engorroso robar los CDs. Comenzaron a desaparecer a medida que las etiquetas de los propios CDs se hicieron más coloridos (inicialmente se imprimían las etiquetas de los CDs con tinta negra sobre la superficie del disco). También dejaron de producirse ya que se los consideraron un desperdicio ambiental y además eran caros de producir.