Hace 14 años, más precisamente a principios del 2004, 1917 editaba su tercer disco Visión. Luego de dos discos donde la identidad de la banda se iba construyendo dentro de lo que respecta el Metal brutal, la banda registra un material un tanto más oscuro que sus precedentes, pero con la singularidad que caracteriza su estilo. Ya establecidos como dúo (como también en su anterior trabajo Génesis & horror), Alejandro y Pansa son los encargados de manifestar cada una de las canciones con las que nos encontramos en los 30 minutos que dura el disco.

El inicio lo da ‘In tenebra’, que nos agoniza el contexto, como si se nos estuviera acabando el tiempo. Pareciera que se abren puertas o que se cierran, está a interpretación de cada uno, pero sea lo que sea, la espera se agudiza aún más. Y ahí esta: ‘La vieja sangre’ estalla con un riff siniestro junto al grito de Alejandro, desarrollándose de manera violenta y desgarrante, y si es la primera vez que escuchás a la banda, lo más probable es que te sientas en alerta, o al menos una sensación muy parecida. El puente genera un descanso gracias a la variable en el tiempo, no así el riff que continúa guillotinando el aire, ambientando el lugar. La masacre continúa con ‘Piel de mártir, carne de asesino’, mi tema favorito de la placa. Una canción que demuestra que se puede ser igual de brutal con un tempo más lento que el anterior. ‘Mercader de voluntades’ sigue dando cátedra de la intensidad de 1917, además de poseer poesías, prosas descriptivas a cargo de Alejandro a quien se le pueden atribuir fuertes influencias literarias al momento de componer. En el declive que se siente en el medio del tema, cuando todo parece girar más lento, el bajo de Pansa suena como latido, como pulsos vitales galopando cada arpegio de la guitarra. El inicio de ‘Símbolos muertos’ vislumbro la llegada de un ejército, una marcha de tanques arrasando el territorio que pise por delante. La música de 1917 tiende a tener esa percepción autoritaria, dura, hasta incluso con la bandera de la muerte, no es por nada que el género que hacen ellos es Metal Brutal, donde se pueden apreciar matices Black, Death, Thrash y hasta Doom. ‘Visiones’ es el instrumental del disco, donde constantemente los riffs flirtean con los contratiempos, obteniendo cortes atravesados durante la interpretación. ‘Realidad desmembrada’ es un tema de medio tiempo que además de poseer pasajes sombríos y desesperanzadores, invita a reflexionar con frases como ‘tras la bienamada y sedante conformidad se esconde agazapada la calamidad’. El final del álbum llega como una trompada hambrienta de la mano de ‘Anidando entre serpientes’. Un desaliviado tema que demuestra el arsenal completo de la banda, culminando con los acoples de los instrumentos, como si de una aniquilación hubiese ocurrido.

En Visión ya vemos constituido el estilo de 1917, y debemos agregarle el plus de que es una banda ultra independiente. Han pasado más de dos décadas desde su creación, y siempre fue una banda que dio que hablar dentro del circuito del Underground, hoy tenemos estos registros que quedan en la historia del metal sudamericano, y es hoy día también que aún podemos seguir disfrutando de nuevas obras tanto musicales como literarias de Alejandro Sabransky, una mente brillante en lo que Brutal Metal respecta.